alfonso

En un viejo kiosco de barrio, se diseñó un pequeño local gastronómico. Su nuevo dueño es diseñador industrial y quería trabajar principalmente con chapa para lograr un diseño integral, desde el mobiliario hasta la vajilla. La reforma incluyó el desafío de diseñar una cocina en un espacio mínimo y, además, declarado “Patrimonio Histórico”. Alrededor del sector de mesas, utilizamos chapa perforada para revestir las paredes hasta determinada altura. Por encima de ese nivel, tratamos a las paredes con removedor, dejando a la vista una mezcla de colores rosados, amarillos y verdes que empatizan con cierto estilo urbano-industrial del local. Para el mobiliario, elegimos las mesas te, en este caso con un tratamiento de zincado dorado. Alfonso es un espacio de disfrute e intimidad, un pequeño oasis de estilo en el centro porteño.